sábado, 12 de mayo de 2012

Marchas de sindicatos y médicos colapsan La Paz


En el tercer día de paro general en Bolivia, alrededor de 4.000 trabajadores, entre ellos mineros, salieron a las calles y explotaron cartuchos de dinamita para exigir mejores salarios. La Central Obrera amenaza con radicalizar la medida la próxima semana

Miembros de la Central Obrera Boliviana marcharon ayer, en la última jornada de la huelga, por una calle de la capital boliviana. Foto: EFE
Miembros de la Central Obrera Boliviana marcharon ayer, en la última jornada de la huelga, por una calle de la capital boliviana. Foto: EFE
Agencia AFP
La Paz.-
La ciudad de La Paz fue escenario -por tercer día consecutivo- de marchas sindicales, de médicos, paramédicos y estudiantes, en el marco de una huelga de 72 horas que concluyó ayer en rechazo a decretos del presidente Evo Morales.
Las ruidosas protestas  de unas 4.000 personas estuvieron encabezadas por un centenar de mineros estatales del poderoso y radical sindicato de Huanuni, que en su recorrido por céntricas calles de la sede de Gobierno hicieron  explotar cartuchos de dinamita y petardos, sin causar víctimas.
La Policía ejerció una nutrida vigilancia policial en la plaza de Armas, donde el mandatario tiene su despacho, tras dos días de choques con civiles que dejaron una veintena de heridos, entre manifestantes y uniformados, y seis detenidos, según reportes del Ministerio de Gobierno.
En la segunda jornada de la huelga, que se desarrolló el jueves, un funcionario, seis policías y un número todavía indeterminado de manifestantes resultaron heridos y con contusiones tras los violentos enfrentamientos, con piedras, dinamita y gases lacrimógenos a discreción, registrados en las ciudades bolivianas de La Paz y Cochabamba.  
El viceministro de régimen interior, Jorge Pérez, recibió también el impacto de un trozo de cerámica lanzado, aparentemente, por una muchacha, quien ya está detenida bajo sospecha, publicó El País.     
La Central Obrera Boliviana (COB) organizó la huelga como forma de presión para que el Gobierno de Evo Morales apruebe un aumento salarial del 8%, derogue un decreto supremo que ha originado la rebelión de médicos, enfermeras y administradores de los servicios de salud pública y resuelva el conflicto de los indígenas de tierras bajas, suscitado a raíz de una segunda ley que desdice la primera de protección del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis). 

Fuente: Mundo

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