-Vista: Debemos observar y tener en cuenta las características de cada red para saber cómo utilizarla. No es lo mismo Facebook que Twitter o Tuenti. Cada una de ellas tiene un propósito, un lenguaje y un funcionamiento diferente. ¡Descúbrelos!
Otro aspecto muy importante, especialmente para los principiantes, es fijarnos en lo que hacen los demás: el lenguaje que utilizan, cómo interactúan con otros usuarios, los contenidos que publican, etc. ya sabéis eso de “donde fueres, haz lo que vieres”.
-Oído: Lo bueno de las redes sociales es que tenemos la posibilidad de saber qué necesita nuestra audiencia de una forma muy sencilla: preguntando. Debemos escuchar a los seguidores para así conocer qué esperan de nosotros y en qué podemos mejorar.
Además, es muy útil estudiar qué contenidos tienen relevancia y generan mucho movimiento (retweets, menciones, “me gusta”, etc.) y cuáles no. De esta forma, nos aseguraremos de captar su atención. Por supuesto que tenemos que escribir sobre lo que nos guste y no dejarnos llevar por el “populismo”, pero si sabemos que un tema interesa más que otro, ¿por qué no aprovecharlo?
-Gusto: Este es uno de los sentidos más importantes. Hay que publicar con “gusto” y no dejarse llevar por la broma fácil o los comentarios hirientes, no sólo porque no debemos olvidar que interactuamos con persona y que podemos herirlas, sino por nuestra propia imagen. Muchas redes nos permiten configurar la privacidad pero, en canales como Twitter, no podemos controlar quién ve nuestros contenidos y todo lo que escribamos puede volverse contra nosotros.
Pero no todo va a ser negativo, también tenemos que saborear las victorias, celebrar los nuevos seguidores y los días en los que nos convertimos en personas influyentes.
-Olfato: Para ser un buen usuario de las redes hay que tener olfato de sabueso. Tenemos que saber estar en el momento y en lugar adecuado. Debemos aprovechar fechas especiales, hashtag o conversaciones que surjan para darnos a conocer y que nuestra voz se escuche.
-Tacto: Y por último, cuidado con las críticas o los comentarios negativos. Hay que saber llevarlos y no ponerse a la defensiva. Pensad que si alguien nos critica es porque le importamos, de lo contrario nos dejaría de seguir sin más y no se molestaría en opinar. En redes más que en ningún sitio hay que ser agradecidos, tanto con lo bueno como con lo malo.
¿Y el sexto sentido? Podemos decir que puede ser la constancia y la paciencia, dos cualidades que van de la mano en este mundo virtual tan social.
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